jueves, 3 de octubre de 2013

Antes de opinar, busca la verdad por ti mismo.

Ya se han vuelto a dejar sentir las pasiones personales de los dominicanos y dominicanas al conocer la noticia de que el TC (Tribunal Constitucional) ha emitido una sentencia en la que deja claro y confirma que la nacionalidad dominicana no es un regalo, ni un derecho que se otorga al que lo quiere y cómo lo quiere. Bueno, pues ya se soltaron las emociones en el patio de la República, y hay opiniones de todos los colores y tamaños. Lo que quiero expresar en estas breves líneas, solo para comenzar el debate, (que promete ponerse muy caliente) es que antes de lanzarnos a la arena a discutir y vociferar, vamos a empezar por leer la sentencia y luego vamos a discutir. Porque hay muchos que ni saben de qué trata la sentencia y ya están sentando cátedra. Antes de pontificar, lean la sentencia número 168-13, de fecha 23 de septiembre de 2013 emitida por el Tribunal Constitucional de la República Dominicana. Les advierto que es un documento extenso (más de 150 páginas). Si no lo quieres leer, no seas tan rápido a emitir juicios llevándote de lo que otros te dicen. Si quieres tener tu propia opinión, primero ponte a leer las fuentes primigenias y documentales del caso. No soporto que me hablen sin una base de lo que están defendiendo. De manera que vamos todos a estudiar la sentencia y luego salimos a opinar. Por lo pronto, yo ya llevo 45 páginas leídas.

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