miércoles, 7 de diciembre de 2016

La pérdida de la dignidad

Los periódicos de ayer nos contaron la historia de un joven de 18 años que trabaja en un vertedero de basura en la provincia de San Cristóbal. Lleva varios años, desde que era un niño, dedicado a extraer de entre la basura aquellos objetos o residuos que otros botan con la finalidad de revenderlos y sacar un dinero para su familia. Esto no es noticia para que salga en los periódicos. Es una actividad diaria que no reclama nuestra atención. Ahora bien, la vida de este joven salta a la fama el día que descubre entre la inmundicia una funda con un millón y medio de pesos. Pues bien, usted y yo nos preguntamos quién es capaz de tirar esa cantidad de dinero a la basura. Es más, por qué a la basura, en lugar de quemarlo o de tirarlo al mar. Y vamos a preguntarnos también si ese dinero es sucio (ya sabemos que es sucio porque apareció en un basurero) y de qué negocio ilícito procede (droga, lavado de dinero para pagar narcotráfico, relacionado con pagos a sicarios, de sobornos a cargos de la policía...etc.)
 Mientras se investiga el origen del dinero sucio y manchado, resulta detenido el joven que hizo el hallazgo. En esa detención se cometen varios atentados contra la dignidad de esta persona. Se le golpea, se le obliga a admitir por escrito que no es el dueño del dinero. Se le quita el dinero, que no es de él, pero que no tiene dueño. Y en lo que el hacha va y viene se muere el palo. Es decir, el hombre que había soñado con salir de la miseria con la ayuda de un regalo que Dios puso en sus manos, que actúa con honestidad y avisa a la policía, ahora está acusado de no se sabe qué y sin el dinero.
¿Qué nos dice a nosotros este caso? Que la podredumbre inunda los niveles de la sociedad dominicana de arriba a abajo. Que la basura la tenemos a la altura del pecho, que estamos nadando entre excrementos. Que la falta de confianza en nuestras autoridades del orden cada día es mayor. Que si usted se encuentra algo en la calle, diga que es suyo aunque no lo sea, porque si lo devuelve no llega al verdadero dueño.