viernes, 26 de diciembre de 2014

!Ay, la curia!

Una de las notas que caracteriza al papa Francisco es el buen humor en todas sus intervenciones. Tanto para amonestar y suplicar a los de fuera, como a los de dentro. Lo acaba de poner de manifiesto en la felicitación navideña a la Curia vaticana. En ella aprovecha la ocasión para recordarles a los funcionarios de la Santa Sede los 15 males que afectan a la administración del gobierno de la Iglesia. 
Varios de esos síntomas ya los mencionó en otras ocasiones. Son males que vienen de lejos, pero no por eso corregibles y desechables. Es admirable que el propio papa sea quien tenga el valor de hacer ver los defectos de su equipo de colaboradores. En ningún otro gobierno del mundo vemos a un presidente o monarca llamando la atención de los pecados de su propio gabinete. Es una lección de humildad la que Francisco nos da a todos.  En sus palabras debemos mirarnos todos, los que tienen y lo que no tienen cargos con autoridad. A mí, un padre de familia, me está diciendo que cuide de los que tengo a mi cargo, que sea comprensivo, que no me crea más de lo que soy, que guíe y oriente a los que están por debajo de mí a conocer a Jesús...que no me sirva de ninguno para mi beneficio...etc.
Nos vendría muy bien releerla cada poco tiempo para no olvidar que somosiervos al servicio de los demás. Que no se nos suba a la cabeza lo que hemos estudiado, los honores, los beneficios y otras gracias que acompañan un nombramiento o un puesto. Humildad es lo que nos hace falta.